miércoles, 2 de noviembre de 2011

EL DERECHO DE LA AGRICULTURA EN LA GLOBALIZACIÓN

    - Obran diez “tendencias” principales de un nuevo modelo de agricultura. Así, la nueva agricultura es:
        1) Una “agricultura más libre”, donde puedan funcionar mejor los mercados y se redimensionen los ámbitos de la intervención estatal.

    2) Una “agricultura ampliada”, que trasciende la simple producción primaria estableciendo vínculos horizontales y verticales con otras actividades económicas.
   
    3) Una “agricultura de servicios”, capaz de generar sus propios organismos en torno a la comercialización, el financiamiento, el diseño, el mercadeo.

    4) Una “agricultura de contrato”, capaz de promover asociaciones y alianzas innovadoras entre diferentes agentes productivos que permitan una vinculación permanente entre la comunidad empresarial y los grupos de agricultores.

    5) Una agricultura que reconoce la “feminización de las actividades rurales” tanto en la explotación como fuera de ella, con una orientación adecuada de las políticas y los servicios hacia las necesidades concretas de la mujer.

    6) Una “agricultura flexible”, para aprovechar al máximo los vínculos existentes en el mercado (tierra, mano de obra‑crédito, o tierra‑crédito), a partir de la realidad de que la mayor parte de los hogares del medio rural se comportan a modo de empresas multisectoriales cuyas exigencias van más allá de los enfoques de políticas nomo- sectioriales tradicionales.

    7) Una “agricultura sustentada en la formación de recursos humanos y el conocimiento”, que le dedica una mayor inversión al capital humano a través de la capacitación, el adiestramiento técnico y el intercambio de experiencias.

    8) Una “agricultura corresponsable, con la sociedad y el medio ambiente” que estimule la participación de los distintos actores sociales integrando la utilización y la adaptación a la diversidad rural, apoyando la producción agrícola en pequeña escala y garanticen el desarrollo sostenible.

    9) Una “agricultura en correspondencia con un mundo cada vez más urbanizado”, que ofrece oportunidades para mejorar la nutrición, conseguir ingresos no agrícolas y articular los flujos urbano-rurales.

    10) Una “agricultura globalizada”, que reconoce la acelerada mundialización de las corrientes comerciales, de capital e información, los efectos de la competencia a través del comercio, el mercadeo y las finanzas internacionales y la necesidad de mantener una política macroeconómica responsable (GORDI, Gustavo. “Políticas homogéneas en América Latina: niveles de consolidación”. FAO. Subdirector General. Representante Regional para América Latina y el Caribe. www.rimisp.org/documentos/web/154).

    - Todas las anteriores tendencias han estado más o menos presentes desde hace varios años en nuestro medio rural. Lo novedoso no se encuentra por tanto, en el reconocimiento de cada una de estas tendencias tomadas aisladamente, sino en el hecho que hoy se expresan con mayor o menor intensidad de manera simultánea.     - No existen fórmulas mágicas para enfrentar la problemática rural en América latina, existe en cambio el espléndido reto humano de enfrentar con pasión, con modestia, con espíritu de conciliación y tolerancia los ingentes problemas hoy presentes en el campo de  nuestra Región. En el fondo, lo que se trata es de establecer un nuevo trato para el agro. 

                               - La “moderna agricultura” está siendo crecientemente construida por procesos económicos y regulatorios que son globales en alcance y carácter, lo cual implica relaciones históricas novedosas en los sistemas agroalimentarios. El eje lo constituyen las “cadenas productivas”, impulsadas principalmente por la demanda en relación con el pasado cuando dominaba la orientación desde la oferta.
    - Las cadenas se estructuran de manera más descentralizada y el control sobre los sistemas de producción y comercialización lo realizan empresas especializadas en el diseño y mercadeo de productos específicos. 
    - Los “sistemas agro‑productivos” integrados se han convertido en la piedra angular de la agricultura globalizada. En éstos, cada cadena de agronegocios, desde la “granja hasta el puesto de venta”, en un sentido más amplio “desde la granja a la mesa” (abarcando el consumidor), representa un sistema de producción tecno-económico multiregional apoyado en la adición o sustitución de productos y procesos bio-industriales.
    - Con la “globalización” e “integración de los agrosistemas”, la clásica distinción entre agricultura y agroindustria tiende a desdibujarse cada vez más, siendo sus límites cada vez más imprecisos, al menos la agricultura con destino  a mercados externos (WONG GONZALEZ, Pablo. "Megatendencias en los agronegocios: impactos y transformaciones recientes". www.ciad.mx/boletín/enefeb04/mega,pdf).

     -  La mayoría de las “megatendencias” que están impactando a los “agronegocios” se relacionan al proceso de globalización; no obstante, otras tienen su orígen y dinámicas particulares.
    - Para los productores‑empresas, regiones y países, algunas de estas tendencias son complementarias, mientras que otras son contradictorias.